Rui Ferreira, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz de Madrid, explica el papel que juega la terapia nutricional en los enfermos con Covid-19
Responde algunas preguntas sobre el papel que juega la terapia nutricional en los enfermos con Covid-19:
1. ¿Es verdad que elegir una terapia nutricional correcta puede acortar el tiempo en la UCI por Covid-19?
Sí. La nutrición es un factor clave para facilitar la recuperación y disminuir las complicaciones asociadas a la enfermedad de cualquier paciente que requiera ingreso en UCI, y los pacientes con infección por Covid-19 no son una excepción.
2. ¿Y qué tipo de dieta es esa? ¿Una dieta hiperproteica?
Efectivamente. Una dieta hiperproteica es fundamental para evitar la pérdida acelerada de proteínas que se produce a consecuencia de la respuesta inflamatoria generalizada a la infección vírica. No solo la cantidad de proteínas, sino la calidad, aportando aminoácidos específicos como la arginina, la leucina o la taurina podrían ayudar a modular la respuesta inmune.
3. ¿Se incluye en ella también una suplementación de vitaminas y minerales?
La suplementación en vitaminas y minerales tampoco debe ser pasada por alto. Hemos aprendido de otras infecciones víricas (Influenza, VIH, Hepatitis, etc) que la suplementación con vitaminas A, E, D y C podrían ayudar a sustentar una respuesta inmune adecuada frente al virus, y que la deficiencia de otras, como la vitamina B6, B12, y de minerales como el Zinc o Selenio, puede asimismo acarrear un peor pronóstico para los pacientes infectados.
4. ¿Y cuál es el efecto que produce, exactamente?
Se ha visto que una terapia nutricional instaurada a tiempo ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular y a mantener y/o mejorar la función de los órganos vitales, disminuyendo el empleo de los depósitos de nutrientes endógenos. Una buena cobertura de las necesidades metabólicas de los pacientes en UCI condiciona una mejor respuesta funcional tanto sobre los órganos afectos, así como sobre el sistema inmunitario.
5. De todos modos, lo primero que consigue, más allá de mejorar otros aspectos de la salud es reducir el sobrepeso, que ya es, en si mismo, un factor de riesgo para el covid, ¿no?
Sí, el exceso de peso suele conllevar un peor pronóstico para los pacientes con infección por coronavirus. El objetivo fundamental de la intervención nutricional es preservar la masa magra, que se consigue fundamentalmente a base de una dieta hiperproteica. Sin embargo, un mínimo de calorías en forma de lípidos e hidratos de carbono es fundamental para el correcto funcionamiento de las células de nuestro organismo, así como para la manutención de la glucemia plasmática.
6. Algunos expertos opinan que la fase aguda del covid-19 también se relaciona con procesos de hipermetabolismo y catabolismo (además de cardiacos, respiratorios, neuromusculares etc) y que los primeros protocolos de medicación tenían consecuencias metabólicas ¿es cierto?
Sí, se han descrito algunos efectos adversos derivados del empleo de determinados medicamentos contra el coronavirus.
7. ¿Y de qué tipo de consecuencias metabólicas estaríamos hablando?
El empleo de medicamentos como Hidroxicloroquina, Azitromicina o Kaletra podían por ejemplo producir trastornos del ritmo cardiaco como el síndrome del QT largo, viéndose este riesgo potenciado por la asociación de los tres fármacos entre sí. También había el riesgo de la toxicidad renal y hepática en determinados grupos de pacientes sometidos a estos tratamientos, e incluso alteraciones neuromusculares en los casos más raro
8. ¿Es verdad que algunos de los fármacos utilizados en el tratamiento como el Kaletra, provocaban problemas digestivos?
Sí, con bastante frecuencia los pacientes en tratamiento con Kaletra presentaban síntomas gastrointestinales con molestias abdominales, náuseas, vómitos y diarrea. Asimismo, no era inusual el aumento de las cifras de colesterol y triglicéridos secundarios al tratamiento. Esto levantaba cierto temor por la posibilidad del desarrollo de pancreatitis secundario al aumento de triglicéridos, aunque dichos casos han sido manifiestamente infrecuentes.
9. ¿Y en qué derivaban estos problemas digestivos?
Los síntomas digestivos comentados redundaban en una reducción manifiesta de la ingesta alimentaria en muchos pacientes, a causa de la falta de apetito inherente a la enfermedad y al temor del enfermo a agravar la sintomatología digestiva al ingerir alimentos.
10. ¿La azitromicina y la hidroxicloroquina favorecieron, en cambio el metabolismo de los hidratos de carbono y grasas en estos pacientes?
Sí. Existen estudios anteriores a la pandemia que abogan por los efectos metabólicos beneficiosos de estos fármacos y que, en el caso concreto de la hidroxicloroquina, eran muy consistentes en la afirmación de que mejoraba la resistencia a la insulina asociada a la obesidad y la esteatosis hepática. Por tanto, además de la acción directa frente al virus, estos tratamientos podían aportar un beneficio añadido al perfil de riesgo de paciente obeso y/o diab11. ¿Qué relación hay con no desarrollar el virus o con la mejoría o curación, cuando se utiliza una suplementación de vitaminas D C con tasas más bajas de mortalidad?
Como hemos explicado anteriormente, la vitamina D juega un importante papel en la modulación de la respuesta inmune y numerosos estudios epidemiológicos indican que su déficit aumenta el riesgo de enfermedades infecciosas. Se postula que la variación estacional de las infecciones víricas pueda estar relacionada con la variación estacional de los niveles de vitamina D. Sin embargo, no existen estudios hoy en día que describan las cifras de vitamina D en pacientes con COVID-19 ni ensayos clínicos que determinen su eficacia en estos pacientes.
12. Y en cuanto a la masa muscular ¿es verdad que en los pacientes críticos degenera mucho la masa muscular?
En el paciente crítico hay un gran aumento en el catabolismo de la proteína corporal que afecta tanto al sistema muscular esquelético como a la proteína visceral, al tejido conjuntivo y a la proteína circulante. En esta situación clínica los aminoácidos se utilizan como fuente energética preferencial, con lo que se sobrepasa la síntesis hepática de proteína y cuyo resultado es la pérdida neta de masa muscular.
13. De ahí la importancia de una dieta hiperproteica, ¿no?
Sí. El iniciar un soporte nutricional de manera precoz y con un elevado contenido proteico bloquea la respuesta hipercatabólica e hipermetabólica en el paciente crítico, a la vez que se asocia con una reducción del tiempo de estancia en UCI y en las tasas de complicaciones y mortalidad.
14. En cuanto al control de la glucemia, también ha sido muy importante, en el tratamiento, porque un tanto por ciento alto de los pacientes tratados eran diabéticos, ¿no?
Sí, uno de los grupos más afectados ha sido el de los pacientes obesos y diabéticos porque de forma intrínseca presentaban más riesgo de manifestar síntomas de la enfermedad después de contraer la infección. En los segundos, un seguimiento estrecho de la terapia con insulina y/o antidiabéticos orales se hizo imprescindible para controlar los picos de hiperglucemia derivados de la propia infección, y más aún si se les habían administrado corticoesteroides por su gran efecto hiperglucemiante.