Pedagogía Terapéutica es el área de especialización de la enseñanza que se dedica a atender, de forma personalizada, a niños/as que manifiesten unas necesidades diferentes a las del resto.

Por este motivo, se relaciona con el concepto de Educación Especial, que podría concretarse como esas intervenciones que tienden a mejorar los conocimientos de los niños/as.

Ser docente de Pedagogía Terapéutica (figura comúnmente conocida como “P.T.”),  es atender a alumnos que requieran, en algún momento de su desarrollo o escolarización, un apoyo especializado para trabajar, aprender, optimizar, conseguir… los mismos objetivos y competencias que tendría que alcanzar con respecto a su edad o nivel educativo.

¿ A quien va dirigida la intervención?

– Alumnado con Necesidades educativas especiales (ACNEE o NEE): Son los alumnos y alumnas que en un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, necesitan de determinados apoyos y atenciones educativas específicas resultantes de una discapacidad o de trastornos graves.

– Alumnado con Necesidades especiales de apoyo educativo (ACNEAE o NEAE): Son aquellos alumnos y alumnas que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de aprendizaje, por presentar diversos cuadros del neurodesarrollo o afectaciones sobrevenidas, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por otras condiciones personales o historia escolar.

Por ello, es el PT el profesional especialista encargado de atender al alumnado con Necesidades Educativas Especiales o Necesidades Específicas de Apoyo Educativo tanto dentro como fuera del sistema escolar.

Así mismo, es necesario destacar que, como se ha mencionado anteriormente, esta intervención no es exclusiva para los alumnos con discapacidad o diversos trastornos, sino que está dirigido para todo aquel que necesite un apoyo o estimulación a lo largo de su etapa  educativa.

Pero, ¿y si el alumnado en cuestión no tiene diagnóstico previo?

El P.T., debe poseer el conocimiento necesario para detectar de la forma más temprana posible a los alumnos que presenten señales de alerta en su desarrollo, para poder derivar a los profesionales indicados en cada caso (neuropediatra, neuropsicólogo, logopeda…) y elaborar un plan coordinado con el resto de docentes y personas que trabajen con estos niños.

Cuando se confirma la existencia de esas dificultades, se debe empezar la intervención lo antes posible, teniendo en cuenta la valoración personalizada del niño.

Se deduce por lo tanto que, el P.T. no puede hacer diagnósticos, solo podría detectar casos de alumnado con dificultades, ya sea por:

– Rendimiento superior o inferior a lo habitual.

– Diferencias significativas en el desarrollo sensorial, motor, cognitivo o afectivo.

– Diferencias significativas en el desarrollo de aprendizajes básicos: lectura, escritura, cálculo…

– Indicios sobre la existencia de un contexto familiar poco favorecedor para la estimulación y el desarrollo del alumno o alumna.

A partir de este punto, el P.T. se encargará de definir y adaptar los objetivos, contenidos, metodología y evaluación siempre y cuando sea necesario.

Es importante saber que las adaptaciones son abiertas y flexibles y pueden sufrir modificaciones siempre que se produzcan cambios de contexto o necesidades emergentes. Cuantas actuaciones se lleven a cabo serán consensuadas con los profesionales correspondientes en cada situación.

Además de todas esas funciones, el P.T. debe incluir y tener muy presente la labor que se basa en motivar a los alumnos a los que atiende. Gracias a la motivación, será posible el acceso a grandes avances no solo a nivel social, sino también educativo.

Esta información ha sido extraída y resumida de la Instrucciones de 8 de marzo de 2017, de la dirección general de Participación y Equidad, por las que se actualiza el protocolo de detección, identificación del alumnado con necesidades específicas de apoyo Educativo y organización de la respuesta educativa.