Tanto la lectura como la escritura son habilidades que condicionan el avance escolar del alumnado junto con el desarrollo social, cognitivo y afectivo.

Para una adecuada adquisición de las habilidades de escritura y lectura es preciso tener antes un buen dominio del lenguaje oral. Para así, posteriormente comprender la asociación de fonemas y grafemas que corresponde a las palabras que representa a los objetos.

Según ha sido demostrado por las investigaciones realizadas por el laboratorio Haskins de Conneticut, clasificar palabras y aprender el alfabeto precisa de la atención a los sonidos.

Los niños aprenden más fácilmente si se le presenta las letras, fonemas con juegos de ritmo, es decir, con canciones, rimas etc.

Tanto la escritura como la lectura son habilidades cognitivas complejas. Dado que es necesario realizar múltiples procesos que precisan la adquisición de conocimiento.

Clasificación de los procesos implicados, para la lectura; la decodificación y comprensión de textos y para la escritura; la codificación y producción de textos.

Cuando hablamos de decodificación nos referimos a la capacidad del reconocimiento de las palabras escritas en la lectura de un texto. Cuando hablamos de codificación nos referimos al proceso contrario para la producción de textos escritos.

Estos dos procesos en el buen lector deben estar automatizados para poder así, centrar sus recursos cognitivos y atención a la comprensión del contenido de los textos.

Según Berge y Samuels establecen la automatización en tres fases:

  1. La fase imprecisa, en la que el lector al leer comete fallos en el reconocimiento de las palabras.
  2. La fase precisa, aquí el lector reconoce correctamente las palabras, pero tiene que prestar una atención consciente.
  3. La fase automática, el lector reconoce las palabras correctamente sin prestar atención consciente a la decodificación, dando así paso a la comprensión.

Se considera que una buena fluidez lectora, proporciona una buena comprensión, pero esto no se puede confirmar con rotundidad. Pero si podemos asegurar que para una buena comprensión lectora, es necesario llegar a la fase de automatización del proceso de decodificación del texto.

Los buenos lectores deben ser capaces de reflexionar sobre lo leído, ser reflexivos y críticos por tanto el lector tiene un papel activo en el proceso de lectura.

En el proceso de comprensión se establece tres niveles que serían los siguientes:

  • Reconocer y saber el significado de las palabras.
  • Entender el significado de las oraciones.
  • Interpretar y descubrir las ideas principales y secundarias que el texto trata de comunicar.

Para la mejora de la comprensión lectora Ara Centro recomienda hacer programas de intervención directa y explícita de cada una de las estrategias que el lector necesita para lograr una buena comprensión lectora. Puede por ejemplo hacerse actividades de tipo; encontrar fallos en un texto, hacer preguntas, sacar ideas principales, hacer inferencias…Una buena intervención a tiempo evitará que se de en gran medida consecuencias negativas en el rendimiento académico.

Elisa López del Amo. Pedagoga de Ara Centro.